La reputación corporativa es el activo más valioso de una empresa. Define cómo el público percibe una marca y es un factor clave en la lealtad de los clientes, la atracción de talento y las alianzas de negocio. Recientemente, uno de nuestros clientes corporativos enfrentó una crisis de reputación debido a una cobertura mediática engañosa que afectó su imagen de marca. Como estratega de relaciones públicas, Cindy R. Villarraga tomó el mando para manejar la situación, con el objetivo de restablecer la confianza, controlar la narrativa y reconstruir una percepción pública positiva.
El reto fue aún mayor por lo competitivo que es el sector en el que operaba el cliente, donde la publicidad negativa podía causar fácilmente pérdidas económicas a largo plazo. El equipo de Cindy tenía que actuar con rapidez y firmeza, ya que la crisis seguía creciendo aceleradamente en las plataformas digitales y en los medios tradicionales.
A través de mensajes estratégicos, alcance mediático y comunicación de crisis, Cindy pudo enfrentar la situación de lleno, convirtiendo un posible desastre en una oportunidad para la redención de la marca.
La crisis empezó porque unos medios publicaron información engañosa. El reto era corregir la narrativa y asegurarnos de que la versión de nuestro cliente se escuchara claramente, sin seguir dándole más fuerza a la información falsa.
El cliente había perdido la confianza de las partes interesadas principales, incluyendo inversionistas, clientes y empleados. Reconstruir esa confianza requería transparencia y un enfoque proactivo en la comunicación.
El público había creado bien rápido una opinión negativa sobre la marca. Tuvimos que manejar con mucho cuidado cómo se percibía la marca en las redes sociales, en los medios y dentro de la comunidad para evitar que la situación empeorara.
Cambio en la cobertura mediática
La narrativa en los medios pasó de negativa, a neutral, y eventualmente a positiva. Medios reconocidos empezaron a cubrir el compromiso de la marca con la transparencia y sus acciones proactivas, ayudando a restaurar credibilidad.
Mayor confianza de las partes interesadas
Las partes interesadas mostraron una confianza renovada en la compañía, reflejada en un mayor apoyo de los inversionistas, mejor retención de clientes y comentarios positivos de los empleados.
Percepción pública reparada
Con el tiempo, la percepción pública de la marca mejoró, resultando en un aumento en la lealtad y un sentimiento positivo en las redes. La empresa dejó de asociarse con la crisis y pasó a verse como un ejemplo de resiliencia y responsabilidad.
Crecimiento empresarial
Tras una exitosa recuperación de reputación, la empresa vio un aumento significativo en oportunidades de negocio, incluyendo nuevas colaboraciones, adquisición de clientes y mayor presencia mediática.